A las que llevan el destino de la humanidad en sus brazos
Y en su regazo va el primer beso y el primer abrazo
El peso de su cruz a su paso lo muerto descombra
Su cuerpo es un portal de luz en valle de sombras
Que en penumbras ha de ser quien despacio y con calma
Despacio dentro de sí a otro ser, a otra alma
Máxima expresión del amor incondicional
Esta va a ustedes, pero en especial
A mis madres cubanas
Que ocultan su tristeza en la mañana
Sacan fuerza y la sepultan bajo sonrisas sin ganas
En una espiral insana de histeria
Sin respirar ni aspirar a más que paz fuera de la miseria
Y horrores de un sistema que su libertad coartó
En su realidad hay dolores peores que los del parto
Y recuerdos sin colores de un pasado oscuro
Inundando un presente que grita que no hay futuro
Para su descendencia y enloquece
De impotencia desfallece mientras su carne languidece
Porque a veces no alcanza el sustento y esos días
Se niega el alimento para que coman sus crías
Las que cargan con el sufrimiento atroz
De no ver a su hijo porque se cansó de ser esclavo y levantó su voz
En un país donde una dictadura asfixia
A esas damas de vestiduras blancas que claman justicia
A la que trabaja, a la ama de casa, a la artista
Deportista y a la que vende su cuerpo al turista
A todas porque sin todas jamás habría
Gloria al escribir la historia real de nuestra patria
A las que nos vieron partir buscando un mejor porvenir
Intentando salir de la carencia
Y a la que lleva cual penitencia al saber que su hijo no llegó
Y ha de vivir abrazando su ausencia
A las que a falta de un padre, padre son
Siempre tienen la razón, pues hablan con el corazón
Y hoy son la voz de una nación que al fin sus ojos abre
Odio de dictador no vence amor de madre
Va por las que pelean
Que por la sonrisa de sus hijos lloran donde no las vean
Que no dudan ni se rinden de ningún modo
Y por Cuba la madre de todos
Mírame, madre, y por tu amor no llores
Si esclavo de mi edad y mis doctrinas
Tu mártir corazón llené de espinas
Piensa que nacen entre espinas flores
Flores, florero, flores
Que hacen del amor un arma contra sus dolores
Mírame, madre, y por tu amor no llores
Si esclavo de mi edad y mis doctrinas
Tu mártir corazón llené de espinas
Piensa que nacen entre espinas flores
Flores, florero, flores
Que hacen del amor un arma contra sus dolores